El 50% de la población afirma tener una piel intolerante. Pero este concepto puede asociarse a varios términos, como son: la piel sensible o piel reactiva. ¿Qué sabes de la piel intolerante y sus síntomas? Nos lo cuenta la Doctora Cristina García-Millán, especialista en Dermatología y miembro de la Unidad de Dermatología y Piel Sensible de Grupo Pedro Jaén. Con ella empezamos nuevo apartado en el blog: «Consulta al Dermatólogo»
En dermatología se utilizan estos términos para referirse a “aquellas pieles que presentan una sensación de disconfort ante la exposición a determinados productos de uso diario, o bien ante ciertas condiciones ambientales”. El diagnóstico de la piel sensible o intolerante es muy complicado, ya que a veces, “la sensación que percibe el paciente es discordante con lo que podemos ver”. Los síntomas que más refieren los pacientes con esta patología son el ardor, la tirantez o el escozor, aunque pocas veces puede apreciarse más allá de un leve enrojecimiento. Pero entonces… ¿Qué le ocurre a una piel sensible, o intolerante?
“Sabemos que se trata de una condición cutánea, sobre todo caracterizada por una gran hiperreactividad”. Las pieles denominadas reactivas, intolerantes o sensibles, presentan una alteración en el manto hidrolipídico, haciendo que éste no forme un escudo compacto sino una barrera deficiente y permeable. Esta deficiencia permite que los agentes externos irriten la piel con facilidad, e incluso, que pierda agua más fácilmente.
En los pacientes que acuden a la consulta presentando estos síntomas, pueden realizarse dos tipos de test, después de valorar de forma individualizada cada caso. Por un lado, la medida de TEWL (Transepidermical Water Loss) para valorar la eficacia de la función barrera de la piel, que mide la evaporación de agua de la superficie cutánea. Si existe la sospecha de que exista sensibilización a ciertos productos, puede realizarse un Patch Test, que “consiste en la exposición controlada a diversas sustancias capaces de producir alergia tras el contacto repetido de las mismas. Estos compuestos se aplican generalmente sobre la piel de la espalda, y se retiran a los 2 o 4 días”. Con ellos se determina si existe alergia o no a los productos aplicados.
La piel intolerante, en datos.
Como hemos mencionado al inicio del artículo, la mitad de la población en Europa refiere su piel como una piel sensible o reactiva. En España, el 36% de las mujeres y el 28% de los hombres tienen la piel intolerante. “Las mujeres tienen mayor predisposición en la juventud y tras la menopausia. En cambio, los hombres entre los 25 y los 45 años refieren sensibilidad sobre todo con relación al afeitado”. Las pieles muy claras, con dificultad para broncearse, suelen ser las que presentan mayor predisposición. Hasta un 12% de los casos se asocia a enfermedades dermatológicas como el acné, la psoriasis, la rosácea, dermatitis atópica, vitíligo y eccema de contacto.
La localización más frecuente de la piel intolerante o sensible es el rostro, siendo mayor la incidencia de estas áreas en las mejillas, el mentón y el pliegue nasolabial. También pueden darse problemas en el cuero cabelludo, los pies, el cuello o la zona genital.
¿Cuáles son los factores que agravan la piel intolerante?
El principal factor asociado a la aparición de la piel intolerante es el uso de cosméticos. La presencia de alcohol en las formulaciones, así como activos que favorezcan la renovación celular (AHA, retinol…) pueden provocar irritación en pieles sensibles. Los tintes, las lacas, o los perfumes también empeoran el estado de las pieles intolerantes.
No debemos olvidarnos de los procedimientos estéticos, como, por ejemplo, los peelings.
En el estado de la piel intolerante también afectan factores medioambientales; como son la Radiación ultravioleta, la contaminación, los cambios de temperatura… “Estos afectan en gran medida a la disminución del agua de la epidermis, favoreciendo manifestaciones propias de la piel sensible”.
Se ha comprobado también que dietas ricas en especias, alcohol y cafeína podrían tener un papel agravante.
¿Qué hacer si sufrimos de piel intolerante, o piel sensible?
“Es necesario identificar las necesidades de cada paciente de forma individualizada. En nuestra unidad de Piel Sensible y Dermatitis de Contacto del Grupo Pedro Jaén seguimos protocolos personalizados con cada paciente, para un manejo integral”. La Dra. García- Millán nos cuenta:
Deben utilizarse cosméticos adecuados, evitar probar cualquier cosmético que caiga en nuestras manos, por recomendación de amigos, familares, publicidad…, elegir fórmulas libres de perfumes, con pocos conservantes y evitar jabones y detergentes. La limpieza debe realizarse con productos específicos para este tipo de piel, no deben contener alcohol ni propilenglicol.
Aconseja evitar mascarillas exfoliantes y productos con ácido glicólico y retinol. Las cremas hidratantes deben ser específicas para este tipo de pieles, y utilizar productos suaves para la higiene capilar.
Con respecto a técnicas novedosas de tratamiento, en el Grupo Pedro Jaén son pioneros en la obtención y procesamiento de plasma rico en plaquetas, del que obtienen factores de crecimiento que pueden aplicarse vía tópica con excelentes resultados. También puede observarse mejoría con luz LED Azul, gracias a su capacidad antiinflamatoria.
Cosméticos para piel intolerante
En la oficina de farmacia encontramos diferentes cosméticos destinados a las pieles intolerantes. Vamos a comentar algunos de ellos:
Por un lado, contamos con los cosméticos del Laboratorios Avène, en concreto tres referencias enfocadas a la limpieza y la hidratación de este tipo de pieles. La loción limpiadora de pieles intolerantes, la crema y la crema enriquecida, también para piel intolerante. Los tres productos están formulados para calmar irritaciones y disminuir la reactividad, formulados con Agua termal y Parcerina. No tienen los ingredientes que hemos mencionado anteriormente: ni perfumes, ni alcohol, ni parabenos…. Y en el caso de las cremas, tienen el sistema D.E.F.I. para mantener el producto cosmético estéril, sin contaminación.
La Roche- Posay también incluye en su vademécum productos para pieles sensibles, bajo la gama de Toleriane. Incluye una amplia variedad de productos, que van desde limpiadores, cremas y contorno de ojos, y cuyos componentes principales son el Agua termal, la Neurosensina y la Niacinamida. Todos formulados con el menor número de ingredientes para minimizar las alergias.
Bioderma también dispone de una línea especial para cuidar las pieles más sensibles o intolerantes, bajo su línea Sensibio. Agua micelar y tres formatos de hidratantes según el tipo de piel, que contienen Neurocontrol. Este activo reduce la hiperexcitabilidad de las fibras nerviosas cutáneas y regula los mecanismos biológicos responsables de la intolerancia, haciendo que la sensación de tirantez e incomodidad desaparezcan.
Si presentas este tipo de alteraciones en la piel, no dudes en ponerte en manos de profesionales que te ayuden a cuidar tu piel de la mejor manera posible.
