Hoy quiero hablaros de cómo frenar la caída estacional. Casi de forma generalizada, la caída del cabello se convierte en el otoño en una preocupación para la mayoría de la población. Esto se debe en gran parte a los daños sufridos durante la exposición solar en el verano, que hacen que se debilite, y 2-3 meses más tarde cae. Por eso es conveniente que cuidemos nuestra cabellera con productos específicos y que cubran todas nuestras necesidades según la etapa en la que nos encontremos.

Los daños solares sumado a que volvemos a la rutina, al estrés y los horarios acelerados pueden ocasionar una caída más notoria en estos meses. Por ello es necesario que pongamos freno cuanto antes, porque mejores serán los resultados.

Quiero contaros mi experiencia con la marca René Furterer, de laboratorios Pierre Fabre. Esta marca dispone de todo tipo de cuidados para el cabello, desde champús, mascarillas, revitalizantes e incluso ampollas anticaída, de la que diferencia caída puntual, debida a un factor desencadenando normalmente «conocido», como el estrés, la pérdida de peso, el postparto, o la típica caída otoñal… o ampollas para caída progresiva, con componente genético.

En esta ocasión, voy a hablaros de las ampollas capilares RF80, para caída reaccional. Se trata de un concentrado de extractos de plantas (extracto de pfaffia, estimulante de la circulación) y aceites esenciales naturales de Salvia (con acción bactericida, cicatrizante y estimulante del cuero cabelludo) y Limón (estimulante y antiséptico), que favorece el crecimiento del pelo saludable y ralentiza su caída. Concretamente presentan dos acciones: por un lado, mejoran la microcirculación alrededor del bulbo piloso, haciendo que los cabellos se irriguen con mayor cantidad de sangre y por otra, aportando aminoácidos y vitaminas necesarios para la síntesis de queratina (componente fundamental del cabello) además de fortalecer el bulbo piloso y luchar contra el envejecimiento tisular.

La forma de aplicación es muy cómoda. Basta con aplicar una ampolla a la semana, con el pelo humedecido tras el lavado y «en forma de tinte», es decir, haciendo rayas y aplicando directamente sobre el cuero cabelludo, no en el cabello. Una vez aplicado realizamos una suave presión sobre la zona donde lo aplicamos y volvemos a trazar una línea unos cuantos cabellos más allá. Debemos ser constantes si queremos conseguir unos resultados óptimos. No ensucia el cabello, ni deja sensación grasa, sino todo lo contrario.

Puedes potenciar hasta 10 veces su efecto usando Complexe 5, un conjunto de aceites «calientes» de naranja y lavanda que sanean el cuero cabelludo y estimulan la microcirculación, haciendo que los tratamientos posteriores sean mucho más efectivos. Se aplica 1 vez a la semana, (lo haremos coincidir con el día que nos toquen las ampollas) «raya a raya» y se masajea a conciencia, estimulando verdaderamente el cuero cabelludo con movimientos de zig zag . Después dejamos actuar 5- 8 minutos y lavamos con Forticea, el champú estimulante anticaída. Se recomienda que sea con este champú y no con otro, por su capacidad de arrastre.. No olvidemos que estamos aplicando aceites, y por tanto, no nos servirá cualquier champú. El champú Forticea contiene aceites esenciales encapsulados (como los de Complexe 5) que estimulan también la microcirculación  y puede usarse 2-3 veces por semana. Si queremos, podemos aplicar una segunda jabonada con alguno de sus champús reveladores de luz, ya que los que son indicados para el tratamiento (como en este caso) suelen dejar el cabello más apagado.

Realmente es un tratamiento que funciona. Que sea un tratamiento de una vez por semana facilita mucho el cumplimiento, sobre todo para l@s más perezos@s. Además el cabello queda limpio y no hay problemas de que se ensucie o se engrase rpidamente. Si os preocupa este problema, sobre todo durante esta época del año, os animo a que lo probéis. Ya os adelanto que os encantará el resultado.